El Friso de Oteiza, Santuario de Aránzazu
El 30 de agosto de 1955 se inauguró la basílica de Aránzazu con una fachada inacabada y sin figuración. Los hierros que esperaban soportar las esculturas de Jorge Oteiza permanecían vacíos mientras estas yacían tumbadas a la intemperie, a pocos metros del santuario.
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